Campus Madrid es el epicentro del emprendimiento y la innovación en España.

 

“¿Y no tenemos que ir con corbata Toñin?.”

El becario esta mañana preguntaba cómo teníamos que acudir al acto de bienvenida en Campus Madrid. Hoy hemos comenzado a trabajar en el epicentro del emprendimiento y la innovación y, con corbata o sin ella, nos ha impresionado el recibimiento.

Igual que en Londres, Tel Aviv, Seúl, Sao Paulo y Varsovia, Madrid es uno de los centros neurálgicos de Google y aquí al menos no se ve por ningún lado el logo de la compañía. Los americanos solo enseñan el robot de Android vestido de chulapo. Más que una fábrica de empresas, Campus Madrid parece un gigantesco videojuego, con diferentes escenarios o fases en los que hay que superar una serie de pruebas para poder avanzar y un final que se bifurca: la gloria o el fracaso.

¿Qué supone estar aquí?. Triunfar en el proceloso mundo de internet.

Puede parecer una paradoja, pero para Google el hábitat ideal para que las startups crezcan no es virtual, sino físico. Tan físico como una gigantesca nave de 2.500 m2 situada en Arganzuela. Una antigua fábrica restaurada que albergó la primera factoría de acumuladores de energía eléctrica de España fundada por Isaac Peral, el inventor del submarino.

Es el sitio donde Google reúne y busca “talento emprendedor”, incubando proyectos, impulsando ideas, reuniendo genialidades y futuro. Dinamiza emprendedores y emprendimientos, y no se le ha ocurrido mejor idea que incluir a Estempore. Ay dios.

Por dos proyectos, especialmente.

Uno, innovador hasta decir basta. Vender arte a través de la comunicación creativa. ExPressArte. Conseguir que inversores, coleccionistas y amantes de lo pictórico, vean-y-compren-online. Localizar al comprador + seducirle mediante Comunicación e imagen + darle seguridad en su compra. Un método avalado por 19 puntos rojos en la pasada “semana del arte”, 11 de ellos internacionales, y que -de momento- no tiene competencia en España. Debe ser que ha impresionado al gigantón tecnológico vernos trabajar entre artistas.

Y el otro proyecto, dinamizar a base de diseño, dibujo, gráfica, cualquier evento en cualquier parte del mundo. Creatividad y diseño. Locura y trabajo sofisticado. Técnica y método, junto a contenidos persuasivos originales. En resumen, trabajo duro, creativo, con ingenio y talento. El beneficio de tomarse un zumo estempore a diario no ha pasado desapercibido para Mr. Google.

 

Campus Madrid

 

Campus Madrid cuenta con cuatro pisos en diferentes niveles. Las dos primeras plantas albergan una cafetería con una barra (estilo California, pero sin cañitas), múltiples mesas de trabajo, conexiones y wifi gratuito. “La idea es que la cafetería sea el primer espacio de encuentro entre emprendedores”.

Aquí se perfila el futuro. Se fomenta la comunicación y se impulsan el intercambio de ideas y el trabajo en grupo. El campus tiene 38.000 miembros de 98 nacionalidades, y ahora 99: la naranjita. “Es un sitio en el que poder trabajar rodeado de oportunidades, conocer gente y resolver dudas iniciales. Tan solo la cafetería es un espacio único para las startups que están empezando”, afirman desde la Dirección googleiana.

Solo llevamos un día, y no os vayáis a creer que la cafetería es lo que más nos gusta. No. A medida que subimos en el edificio, en las plantas superiores operan SeedRocket y Tetuan Valley, los socios con los que trabaja Campus Madrid, -aceleradores de empresas- y multitud de ideas, conocimientos, emprendedores, que despliegan una creatividad sin fronteras. Tenemos cocina, baños preparados para cambiar bebés, un auditorio, “street art”… falta un futbolín, pero todo se andará. Acabamos de llegar.

Segunda planta: empecemos.

Una gigantesca mesa llena de hípst@s con(es)temporáneos y millenials lo llena todo. Se acabo el ruido de abajo y empieza la concentración. Hay también sofás y varias sillas, como si fuera un salón. Aquí tienen lugar las llamadas Speech to a resident, reuniones en la que personas que ya están establecidas en la tercera planta bajan a hablar y aclarar dudas con los miembros que están empezando. Este espacio es una fase de transición ideal para los proyectos que van tomando forma.

 

Arganzuela Estempore

Tercera planta: ¡el futuro!

SeedRocket es la primera aceleradora de startups en fase inicial española. Aquí las ideas dejan de ser un sueño y se preparan para convertirse en realidad. En Campus Madrid también se llevan a cabo sesiones de mentoría y cursos de formación para los pequeños proyectos que están incorporándose al mundo empresarial. “Realizamos sesiones de muchas tipologías, como temática legal, marketing o tecnología”, explica Rafael Martín, manager de SeedRocket. La gente tiene ganas de construir cosas y de crecer, y esta es la mejor oportunidad de encuentro, un espacio de confluencia en el que hablas con las personas cara a cara. Nada online, intercambio real.

Por su parte, Tetuan Valley realiza sesiones de trabajo compartido con las empresas interesadas. La firma gestiona además una comunidad global de emprendedores digitales con influencia en todo el mundo, algo totalmente útil para la idea que tiene Campus Madrid de unir a startups de todo el planeta para que intercambien experiencias y conozcan las realidades y la forma de trabajar de otros lugares. Los programas de mentoría son exclusivos para cada grupo. Son flexibles y se adaptan a cada circunstancia.

Cuarta planta: ¡lanzamiento!.

¿Qué hay más allá?. Los proyectos tienen un límite de estancia de un año. A partir de ahí, ¡a la calle!. Nueva sede, nuevas pruebas, que pueden estar en España o en EE UU, el sueño húmedo de todo emprendedor. Para conseguirlo, Campus ofrece un acuerdo con Blackbox, especialistas en abrir camino a las startups para que entren en el país de origen de Google.

 

Plantas campus

 

Woom, Valeet, Runator y Bnext.

No son palabros, ni nombres raros. Son cuatro casos de éxito de Campus Madrid, “la fábrica de startups de Google”.

¿Qué es lo que tiene que tener una idea para dejar de serla y convertirse en una realidad?. Solo los emprendedores saben la respuesta. Woom, Valeet, Runator y Bnext, cuatro proyectos que han nacido o han crecido en las tripas de Arganzuela.

Woom | Una aplicación para móvil que ayuda a las mujeres a aumentar las probabilidades de quedarse embarazadas basándose en los datos de su estilo de vida. Sus fundadoras son el mejor ejemplo de cómo funciona el Campus: llegaron con una idea y salieron con una empresa que ha ayudado a 32.000 mujeres a concebir. La aplicación ayuda a la mujer a que conozca mejor y con mayor rapidez su cuerpo, con el fin de que pueda tener o bien una concepción natural o que acuda a un médico cuanto antes. Se lleva a cabo a través de recomendaciones personalizadas basadas en los datos de estilo de vida y ciclo de cada una de las usuarias. Un trato personalizado 100%. Una vez embarazadas, lo marcan en la app. Para poner las cifras en contexto, ya están impactando es un 4% de la natalidad en España.

Valeet | Una maravillosa idea para irse de viaje tranquilo. Esto es: si te vas de viaje, Valeet recoge tu coche en la terminal o en la estación de tren, lo aparca en uno de sus parkings privados y te lo devuelve en el mismo lugar en el que se lo dejaste. Y todo el proceso de reserva se hace desde una aplicación de sencillo diseño. ¿Precio? Una semana de estancia, 60 euros.

Runator | La red social de los runners. Es una app que une las experiencias, fotos y entrenamientos de todos los corredores y se vincula con otras apps de este deporte y con pulseras inteligentes. Con toda esta información se genera una motivación extra para correr. Ah, y también tiene un ‘modo duelo’ para picarse.

Bnext | El banco del futuro. Al abrir una cuenta en esta aplicación se pueden contratar préstamos, fondos de inversión, depósitos o seguros de varias entidades de terceros, sin comisiones sorpresa. Además, permite el intercambio de dinero entre particulares de forma sencilla y dispone de su propia tarjeta Visa.

 

ExPressArte Estempore

 

Otras empresas como Fintonic, Spotahome, Mr Jeff, Holaluz o Cabify (app española valorada en más de 1.000 millones de euros), han pasado por aquí y ya luchan en los mercados más competitivos del mundo.

“¿Y porqué nosotros no vamos a conseguirlo boss?”… pregunta otra vez el becario cuando hemos acabado el día.

“A ello vamos, chavalote”.

 

Madrid Estempore