El logotipo es vital en la imagen corporativa de tu empresa.
Logotipo = Lo que la gente ve es lo que tú mismo transmites.
Suena el despertador, hora de comenzar. Como cualquier otro día te levantas, desayunas, vas a la calle, y pueden suceder dos cosas: que te duches, que te afeites (¡si eres mujer no lo hagas!), que te vistas y perfumes y, guapetón/a, salgas dispuesto a comerte el mundo. La otra opción es llevar ojeras, estar cansado, con barba de tres días (¡si eres mujer no lo hagas!) y que tu aspecto, en general, genere poca o nula confianza frente a la gente que te rodea.
Pues eso mismo sucede, con el LOGOTIPO de tu empresa. Lo que ve la gente es lo que tú mismo transmites.
El logo es una pieza vital de la imagen corporativa. La seña de identidad por la que tus clientes potenciales identificarán tu marca en todas las ocasiones. Es el elemento gráfico con lo que nuestros/tus clientes podrán identificarnos en todos los contextos y permite diferenciarnos de la competencia.
Se trata de la imagen con la que intentamos que se vayan “enganchando” a las características que nos definen como empresa, que nos ayuda a construir nuestra identidad y que manda un mensaje al mundo sobre qué es lo que hacemos y cómo lo hacemos.
Lo malo es que –sin saberlo- no le damos el valor que tiene, especialmente al principio, cuando estamos creando un proyecto o emprendiendo el desarrollo de una nueva idea empresarial. No hay que ser diseñador para darse cuenta que no reconocer la debida importancia del buen diseño del logo marca el desarrollo del negocio: un logo cutre define, muchas veces, un mal comienzo, y sin embargo una imagen poderosa, eficaz y llamativa, ayuda siempre en el buen camino. El diseño del logo debe ser una decisión meditada ya que va a ser nuestra carta de presentación definitiva.
Características de un buen logotipo.
- Debe de ser sencillo y no tener elementos decorativos superficiales que no sean imprescindibles para transmitir nuestro mensaje como marca.
- Debe de ser original, fácilmente recordable e identificable. Diferenciarnos del resto hace que nuestra marca destaque sobre las demás.
- Debe de captar la esencia de la marca, con lo cual al diseñarlo, es imprescindible conocer bien tanto a la marca como al público objetivo de la misma.
- Un buen logotipo debe ser atractivo para el público objetivo de la marca. No es lo mismo diseñar para un público objetivo infantil, que para una naviera, una empresa de tornillería o para un público formado por mujeres de mediana edad. Los colores, formas y símbolos, deben estar adaptados al público al que nos dirigimos.
- Debe de ser reproducible a cualquier tamaño (vectorizado). De ese modo podremos utilizarlo en nuestras tarjetas de visita, para rotular un camión o para hacer el letrero del local. Si tu logotipo no está vectorizado, tendrás problemas si algún día quieres retocarlo, usarlo en una superficie grande, etc.
- Ser adaptable a diferentes formatos: Debe verse bien en todo tipo de tamaños, adaptable a la tecnología que hoy nos invade, debe funcionar también si lo usamos como marca de agua, con o sin fondo, en negativo, en blanco y negro…
- Es importante que esté presente en todos los elementos de la empresa: el letrero, el membrete de una factura, la firma de un e-mail… cualquier sitio es bueno para difundirlo.
- Debe de ser atemporal: Aunque lo ideal es tener un logotipo que sobreviva al devenir del tiempo, pequeños retoques y modernizaciones son una buena manera de mantenernos al día y proyectar una imagen dinámica. Cambiar de logo cuando nuestros clientes ya nos identifican con una imagen es un error gravísimo. Habría que volver a empezar.
“Vale, me habéis convencido, sé que mi logo está desfasado… ¿Me lo cambiáis, lo rediseñáis?”.
Por experiencia, estas son las razones más habituales por las cuales las marcas se plantean un cambio o rediseño de logotipo:
- El logotipo actual se diseñó de manera casera con un editor de textos como word, un programa muy básico como power point o paper y no tiene calidad profesional. Si tu empresa crece, tu logotipo tiene que acompañar su crecimiento, pero si en su momento fue diseñado de forma casera, te acabarás encontrando con muchos problemas. Por ejemplo, imagina que el día de mañana quieres hacer publicidad digital y te presentas en la imprenta con un logo diseñado con Word, ¡ni te lo aceptan!.
- Has usado como logotipo una imagen o dibujo que no está vectorizado y ahora te estás encontrando con inconvenientes a la hora de poder usarlo en diferentes formatos y tamaños.
- Tu logo se ha quedado desfasado, tiene un aire anticuado y no sientes que refleja los valores de tu marca. Empresas importantes como Pepsi o Apple, han rediseñado sus logos a lo largo de los años para modernizarlos y adaptarlos a los gustos actuales.
- No te sientes a gusto con la imagen de tu marca. Te diseñó un logo un amigo, de un amigo, que tenía un amigo, que copió de una empresa sueca que vio en Google. Vale. Lo malo es que según va pasando el tiempo, te das cuenta a diario que ese logo no te representa. Ni a ti, ni a tu empresa, y mucho menos a tus productos.
Antes de cambiarlo, piensa en estas cuestiones:
- Si tu clientela se siente muy identificada con tu logotipo, cambiarlo totalmente será un error. Lo mejor en este caso es no hacer nada radical, sino mejoras sutiles.
- Contrata un diseño de logotipo profesional, así garantizarás que tu imagen de empresa perdure en el tiempo y podrás usarla en cualquier tamaño y soporte.
- Tampoco puedes estar cambiando tu imagen de marca constantemente. Eso dificultaría la identificación de tus clientes con tu marca y la diferenciación frente a la competencia. Si vas a acometer un cambio, intenta que sea definitivo.
“¿Y si compro un logo en un banco de imágenes?”.
Lo barato es caro, pero puedes encontrar logotipos prediseñados -incluso gratis- en bancos de imágenes (o copiarlo) pero usar un logotipo prediseñado trae inconvenientes.
- Tu logo nunca será único: Cualquiera podrá comprar el mismo logotipo que tú y usarlo para su empresa. Puede haber muchas empresas con la misma imagen de marca, cuando en realidad tu imagen de empresa tendría que ser única. En la práctica, eso significa que tu marca no es fácilmente reconocible ni destaca sobre las demás.
- Como además están diseñados enfocados para diferentes sectores (logos para abogados, para médicos, etc.), es muy probable que un competidor acabe teniendo el mismo logotipo que tú. Casos y cosas.
- No son diseños originales: Como los diseñadores que se dedican a vender logotipos a bancos de imágenes ganan muy poco con cada venta, hacen los diseños en serie, como en una fábrica de ladrillos. El resultado: logotipos muy simplones con simbolismos muy obvios y producidos en masa con pequeñas variaciones. Así que no solo corres el riesgo de que haya empresas con el mismo logotipo, sino también de que las haya con logos prácticamente iguales.
Nunca hagas esto (jamás):
- Caer en modas o tendencias, será como poner una fecha de caducidad a tu logo.
- Diseños caseros hechos con programas que no son para hacer diseños serios.
- Logotipos comprados en bancos de imágenes, habrá miles de empresas con el mismo logo.
- Usar una tipografía poco profesional, demasiado adornada o difícil de leer.
- Diseñar el logotipo pensando en ti en vez de en tus clientes.
- Elegir un logotipo recargado y lleno de detalles.
- Escoger un logo que sólo funcione bien en color.
- Copiar a tu competencia.
Hale, llámanos. Si estás en alguno de los casos que has leído, estás tardando en modificarlo. Somos la solución.
Tus clientes, y el futuro de tu empresa y tus productos ¡lo van a agradecer!.