El diseño gráfico. Nuestra profesión y nuestra pasión.

Una actividad que consiste en proyectar comunicaciones visuales destinadas a transmitir mensajes específicos a personas, colectivos o grupos sociales, con objetivos determinados. Es la base de trabajo en Estempore, y es lo que ofrecemos: Diseño que ayuda a optimizar las comunicaciones gráficas, diseño en comunicación visual. Es profesión, porque vivimos de ello, pero es pasión porque casi siempre el trabajo parte de cero. De la nada. Nos transmiten una idea, un deseo o una intención y antes de empezar a utilizar cachivaches electrónicos –o un sencillo lápiz- el Cliente nos obliga a emplear las herramientas más poderosas: usar las neuronas con sensatez, aplicar el conocimiento profesional y desarrollar la técnica eficazmente. O sea, os lo resumimos, nuestro trabajo es el resultado de esta ecuación:

escuchar + pensar + actuar.

Dos décadas escasas han pasado ya desde que Internet se hizo masivo, y el crecimiento meteórico en el intercambio de información ha hecho que la demanda de diseñadores gráficos sea mayor que nunca, particularmente a causa del desarrollo de nuevas tecnologías y de la necesidad de prestar atención a los factores humanos que escapan a la competencia de los ingenieros que las desarrollan. Una cosa es la técnica, y otra la mente. Jamás podrá superarse, sobre todo porque la ventaja de los humanos es que la Creatividad no tiene límites.

Pero no filosofemos, porque este post es para describir qué hacemos, cómo, y cuales son las aplicaciones de nuestro trabajo diario como diseñadores. Aplicamos la gráfica a la publicidad, al diseño web, al concepto editorial, hacemos que un buen vino tenga una hermosa etiqueta o que la señalética en un hospital facilite conceptos a la medicina, hacemos cartelería, o diseñamos iconos para el tráfico, pantallas, turismo… uhhhh, sería casi infinito. Transmitimos. Así de sencillo.

Los referentes del diseño –las comunicaciones gráficas- son tan antiguos como el hombre, y sino pensad en el propósito de las pinturas rupestres del Paleolítico, el nacimiento del lenguaje escrito, el xilógrafo del siglo XV, las litografías, y tantas aplicaciones como necesidad de expresión de los humanos, pero en realidad la definición de la profesión del diseñador gráfico es más bien reciente, en lo que se refiere a su preparación, su actividad y sus objetivos. Aunque no existe consenso acerca de la fecha exacta en la que nació el diseño gráfico, algunos lo datan durante el período de entre guerras. Otros entienden que comienza a identificarse como tal para finales del siglo XIX. La diversidad de opiniones responde a que algunos consideran como producto del diseño gráfico a cualquier manifestación gráfica y otros solamente a aquellas que surgen como resultado de la aplicación de un modelo de producción industrial; es decir, aquellas manifestaciones visuales que han sido “proyectadas” contemplando necesidades de diversos tipos: productivas, simbólicas, ergonómicas, contextuales, etc.

 

El diseño gráfico. Nuestra profesión y nuestra pasión.

A día de hoy gran parte de nuestro trabajo se desarrolla con herramientas digitales. El diseño gráfico se ha transformado enormemente mediante los ordenadores. A partir de 1984, con la aparición de los primeros sistemas de autoedición, los ordenadores personales sustituyeron de forma paulatina todos los procedimientos técnicos de naturaleza analógica por sistemas digitales, y el PC –y el Mac- se han transformado en herramientas imprescindibles; con la aparición del hipertexto y la www, sus funciones son ya universales. Además, la tecnología también se ha hecho notar con el auge del teletrabajo y en especial del crowdsourcing o tercerización masiva, y ya vivimos en la era en la que las modalidades de trabajo son tantas y tan variadas como modelos de vida. Este cambio ha incrementado la necesidad de reflexionar sobre tiempo, movimiento e interactividad. Aun así, la práctica profesional de diseño no ha tenido cambios esenciales. Mientras que las formas de producción han cambiado y los canales de comunicación se han extendido, los conceptos fundamentales que nos permiten entender la comunicación humana continúan siendo los mismos: transmitir.

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Diseñamos para informar, persuadir, educar, vender, y la capacidad para hacerlo no es innata (el talento si) sino que se adquiere mediante la práctica, mucho trabajo y reflexión. Diseñar es una facultad, una potencia, y para explotarla es necesario la formación, la educación permanente y la práctica, ya que es muy difícil adquirirla por intuición. La creatividad, la innovación y el pensamiento lateral son habilidades clave para el desempeño laboral del diseñador gráfico. La creatividad en el diseño existe dentro de marcos de referencias establecidos, pero más que nada, es una habilidad cultivable, para encontrar soluciones insospechadas para problemas aparentemente insolubles. Esto se traduce en trabajos de diseño de altísimo nivel y calidad. El acto creativo es el núcleo gestor del proceso de diseño pero la creatividad en sí no consiste en un acto de diseño. Sin embargo, la creatividad no es exclusiva en el desempeño del diseño gráfico y de ninguna profesión, aunque sí es absolutamente necesaria para el buen desempeño del trabajo de diseño.

El rol que cumple el diseñador gráfico en el proceso de comunicación es el de codificador o intérprete del mensaje. Trabaja en la interpretación, ordenamiento y presentación de los mensajes visuales. Su sensibilidad para la forma debe ser paralela a su sensibilidad para el contenido. Este trabajo tiene que ver con la planificación y estructuración de las comunicaciones, con su producción y evaluación. El trabajo de diseño parte siempre de una demanda del cliente, demanda que acaba por establecerse lingüísticamente, ya sea de manera oral o escrita. Es decir que el diseño gráfico transforma un mensaje lingüístico en una manifestación gráfica. En Estempore –profesionales del diseño gráfico- rara vez trabajamos con mensajes no verbales aislados. En algunas oportunidades la palabra aparece brevemente, y en otras aparece en forma de textos complejos, por eso usamos la ilustración, la fotografía, la edición en vídeo, la gestión de contenidos y redacción, como elementos diferenciadores –generalmente unidos- en el conjunto de la Comunicación. Esa participación de un equipo completo de especialistas convierte nuestro diseño en coordinador y productor del mensaje final, organizando con ello la investigación, concepción y realización. Un diseño gráfico interdisciplinario apoyado en la psicología de la percepción, la psicología de la Gestalt, la semiología, la tipografía, la tecnología y la comunicación. Así trabajamos:

  1. Definición del problema.
  2. Determinación de objetivos.
  3. Concepción de estrategia comunicacional.
  4. Visualización.
  5. Programación de producción.
  6. Supervisión de producción.
  7. Evaluación.

Nos gustaría demostrártelo. Bienvenid@.

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