“Croando” la historia de un príncipe disléxico. Bromas ninguna, pero profesionalidad, al máximo. Ese era el reto: ilustrar una historia infantil con un problema muy duro en la realidad de quienes lo padecen. Con un final feliz. Los encargos en ilustración, por lo general, se destinan a un tipo de público concreto. Hay ilustraciones hechas para el público infantil, para jóvenes o para adultos, y en cada uno de los casos las ilustraciones tienen que ser cuidadas y muy precisas. De hecho, muchos adultos se han iniciado en la novela gráfica o en el libro ilustrado pasando previamente por los álbumes infantiles, por eso en Estempore entendemos que nuestra responsabilidad –el lenguaje de la imagen- es muy importante. Trabajar para hoy, ilustrando para siempre.
Un trabajo editorial que incluso se transformó en exposición pedagógica.